martes, 26 de mayo de 2015

Zezé y su asombrosa planta de lima

Mi planta de naranja lima es una novela de Jose Mauro de Vasconcelos. Esta me llegó por parte de mi familia que me la recomendó hace un tiempo atrás.

Trata sobre un niño extraño llamado Zezé, que a sus cinco años siente lo que significa ser pobre. Él y su familia se mudan de vivienda por motivos económicos y cerca de esa casa, en una zanja encuentra un pequeño árbol de naranjo y lo bautiza como Minguit o Xururuca.
Con él comparte sus experiencias y lo hace su amigo imaginario. En su imaginación, Xururuca es un ser fantástico que puede imitar a varios personajes de cine, hablar, correr e incluso transformarse en pony y cabalgar.

Zezé vive con su papá, que está sin empleo, su mamá es hija de indios, trabaja en una fábrica, y sus hermanos: Jandira, Antonio o Totoca y Gloria, que lo defiende de los maltratos que recibe por parte de sus padres y demás hermanos, y su hermano menor El rey Luis como él lo llama y otros dos hermanos muertos. También está la abuela Dindinha y el tío Edmundo quien le enseña muchas cosas culturales y que siempre se refiere a Zezé como un niño precoz, pues aprendió a los cinco años a leer sin ayuda alguna. Dicho motivo es excusa para llevarlo al colegio aumentándole falazmente la edad a seis. Ahí conoce a Cecilia Paim, su maestra.

Zezé y otros niños juegan al murciélago, que consiste en trepar en la parte trasera de un coche y pasear gratis por la ciudad; nadie se anima a trepar en el carro de Manuel Valadares un gordito de carácter fuerte. Zezé se atreve pero es sorprendido y castigado por éste. Al pasar los días Zezé, por querer coger guayaberas cae en una zanja y se corta el pie con un vidrio y es auxiliado por Gloria. Al día siguiente, cuando va al colegio es visto por Manuel y se compadece de la herida del niño, lo lleva a la farmacia y lo hace curar, ése será el inicio de una tierna amistad y el amor filial crecerá entre ambos, pero esa amistad será interrumpida por el El Mangaratiba, ferrocarril de la ciudad. Con la muerte de Portuga, así le llamaban a Manuel, y de Minguito, Zezé maduró precozmente.

En síntesis esta novela en su momento me abrió los ojos sobre otra realidad donde uno, en esa situación precaria, de tristeza y humildad, se cria de otra manera, en este caso la maduración precoz de Zezé.

Yo creo que esta novela es una de esas que merecen ser leídas si o si, a mi me marcó para siempre, y me metió en un mundo  en el que jamás habia pensado. Tiene momentos muy tristes, tanto como las vidas de muchos chicos que vemos todos los días y a los cuales solemos ni mirar por estar metidos en nuestras pavadas diarias.

1 comentario:

  1. Es cierto; vivimos nuestras vidas pensando que todos viven de la misma manera y de repente nos damos cuenta de que existen otras realidades.

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